De: germán Jaramillo <bugahistorias@gmail.com> Fecha: 16 de agosto de 2012 10:11 Asunto: Re: Reconocimiento al Festival de Buga Para: red@cuentacuentos.eu Apreciados amigos: Un agradecimiento sin fronteras por este gesto de suprema hermandad con nuestro Encuentro de Contadores de Historias y Leyendas. Recibimos este gesto como un homenaje al respeto por nuestra actividad, porque estamos seguros de que ustedes saben muy bien lo que significa mantener un espacio abierto para que la palabra no termine desorientada, sólo repitiendo. Sabemos que este será un medio muy eficiente para continuar promoviendo el Encuentro de Contadores de Historias y Leyendas, porque a través de la Red que han creado han conseguido aglutinar un importante número de narradores orales del mundo Iberoamericano. A ustedes también muchas felicitaciones por lograr esta integración. Un abrazo: germán jaramillo duque El 16 de agosto de 2012 06:50, Red Internacional de Cuentacuentos<red@cuentacuentos.eu> escribió:
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Compartir el deseo y el disfrute de contar --- “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” Gabriel García Márquez
Reconocimiento al Festival de Buga
Con voz de mujer - Invitación a espectáculo de cuentos
“Con voz de mujer”
historias narradas por
Marisa Giner Guillermina Martinez Biby Ogallar Alicia Vergara
Domingo 19 de Agosto 18 ,30 hs. (puntual)
Espacio Teatral Alquimia Av. Federico Lacroze 3527 PB 4
Entrada General: $ 30,=
Solo con Reservas al 4553-9829 o a
“La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” Gabriel García Márquez |
Hector Tizón
¿Todo es triste o nosotros somos la tristeza? ![]() La semana pasada, en San Salvador de Jujuy, murió Héctor Tizón, a los 82 años, cuando acababa de publicar Memorial de la Puna. Su obra, asociada al silencio y la parquedad del lenguaje, fue extensa. Su literatura fue inspirada en gran parte por la tradición oral del pueblo que lo vio nacer. Desde su primer volumen de cuentos, publicado en México en los años ’60, A un costado de los rieles, hasta novelas como La mujer de Strasser, que le otorgaron notoriedad y enorme difusión, escribió una de las obras más personales y oblicuas de la literatura argentina, consiguiendo también una franca dimensión latinoamericana, en la que no poco tuvo que ver su mirador del norte del país y la Puna, a 17.000 kilómetros de Buenos Aires.
Fuego en Casabindo, 1969; El hombre que llegó a un pueblo, 1988; El jactancioso y la bella, 1972; El traidor venerado, 1978; El gallo blanco, 1992, El viaje, 1988, Tierras de frontera, 2000 Luz de las crueles provincias, 1995 La belleza del mundo, |
Dos modos de narrar la LLUVIA
Aplastamiento de las gotas
Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.
Julio Cortázar
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